OCACIONALMENTE ALGO INTERESANTE

lunes, 15 de octubre de 2007

La Vida Después De La Eco-Guerra

Rincón de los Relatos
Hace un par de días caminando por la calle me tropecé con un objeto extraño. Cuando lo vi me llamó la atención porque parecía una libreta pero las tapas estaban hechas de metal, algo que no había visto antes. Cuando la recogí me di cuenta que las hojas estaban elaboradas con un extraño material plástico. Pero lo que realmente me impactó fue su contenido. Es de no creer. Muchos creerán que es producto de mi imaginación pero es verdad, palabra por palabra. Así que decidí publicarlo en mi blog y justo hoy que es el DIA DE ACCION DEL BLOG cuyo tema central coincide con el contenido de la libreta. Bien, aquí va:

Me llamo Héctor y vivo en una ciudad de la Tierra en el siglo 23. No, no es una broma. Encontré una manera de enviar pequeños objetos a algún momento del pasado a través de un invento propio. Es algo así como un microondas que modifiqué para enviar cosas hacia otros tiempos (no daré detalles por razones lógicas). La verdad no sé hasta que punto lo que envío llega exactamente a su época de destino pero le ruego a quién encuentre mi libreta con este relato, haga circular mi historia tanto como la tecnología de ese tiempo lo permita.

Revisando libros y revistas de hace dos siglos atrás me encuentro siempre con dos posturas. La primera, la del caos total. Gente conciente del problema ecológico de la Tierra vaticinaba un futuro absolutamente oscuro, llano, seco. Decían que las guerras de épocas venideras serían por litros de agua y hectáreas de tierra fértil todo bajo ambientes de temperaturas insoportables y combatientes repletos de enfermedades y mutaciones irreversibles. Eso no es todo pues al ritmo de nuestro consumo de animales acabaríamos con todas las especies del planeta y la mutación de las plantaciones con ingeniería genética destruiría no sólo la biodiversidad sino también nuestra salud.


Estaba por supuesto la segunda postura, el nada pasará. Muchos creían en que la humanidad, magnífica y todopoderosa, eventualmente superaría cualquier crisis e inventaríamos alguna forma de revertir o contrarrestar cualquier situación desfavorable ecológicamente hablando. Y con cualquier situación también me refiero a cualquier solución. La estrella era la genética, que poco menos podríamos con una simple célula de algún animal salvaguardar el hambre mundial por siempre. Otros se reían de la supuesta escasez de agua, bastaría una máquina conversora de agua salada a potable para tener líquido por siempre. Hasta he leído de algunos planteando escapar a otros planetas como “solución” medioambiental. Patético.

Era una guerra. Una batalla sin razón alguna. Ambas posturas eran tan distantes, tan irreconciliables. Diarios de la época comentaban acerca del poder económico de los países más contaminantes y su despreocupación por todo, cuentan sobre la incredulidad (parece que fuera por conveniencia más que real incredulidad) de aquellos países y personas sobre el problema de la Tierra en ese entonces sólo porque interfería con la rentabilidad de sus empresas.

En las páginas siguientes relatan sobre el accionar de los ecologistas: “amenazan de muerte a científico líder de farmacéutica por trabajar con animales de laboratorio”, “incendian granja de aves, se reportan diez muertos y al menos quince heridos, dos de gravedad”, “nuevamente cadena de comida rápida es víctima de alarmistas grupos ecológicos, el local quedó totalmente destruido y veinte personas pierden su fuente laboral”.

¿Qué a nadie se le ocurrió que esto no llevaría a nada? ¿Tan estúpidos éramos la humanidad entonces?. Lo peor de todo es que su lucha acabó con todo. Los poderosos nunca dejaron de contaminar pues como ceder a presiones de grupos que asesinan y destruyen (a esos los llamamos terroristas, no sé en su época). Así los cielos se llenaron de humo y las aguas de tóxicos. Al pasar de las décadas llevar una mascarilla en la cara se volvió tan común como llevar pantalones y la mortalidad comenzó a llegar cada vez a más temprana edad.

Eso no es todo, los de la teoría del caos ganaron sus batallas. A mitades del siglo 21 una revuelta provocó que tres cuartos del planeta dejara la carne animal de un día para otro. El sueño ecologista. ¿Qué paso?. La Tierra cayó en la pobreza más miserable que se haya visto en toda la historia. Países enteros colapsaron pues vieron que su fuente de entrada más importante ya no se consumía y millones de personas quedaron sin trabajo y sin esperanzas. Vinieron dictaduras, genocidios, imperialismo, hasta la esclavitud volvió como la única manera de que los pobres consiguieran una hoja de lechuga. La geografía política de la Tierra cambió totalmente desde entonces pasando a ser gobernada bajo un régimen donde los industriales con el poder y el dinero para mantener plantaciones dominaban en todo sentido a aquellos que alguna vez le debían su apogeo a la ganadería.

¿Quieren saber cómo es hoy? ¿Cómo es el lugar donde vivo?. No, el agua no escasea. Nunca ha escaseado y nunca lo hará, seamos realistas. No es cara tampoco y excepto por lugares muy recónditos es fácil conseguir. Volvimos ya hace siglos a comer carne de nuevo y la vida a mejorado en todo sentido, la guerra por tierras fértiles terminó (guerra pronosticada por ecologistas e irónicamente desatada por ellos) junto con la esclavitud y por supuesto cada cabeza de ganado es sacrificada con sofisticados anestésicos. Mueren sin dolor y eso, créanme, es absolutamente cierto. Pero el aire, es irrespirable. En mi ciudad es obligación portar mascarillas en todo lugar y las 24 horas. Y no, no desarrollamos ninguna capacidad para soportarlo biológicamente y no lo haremos.

Lo del calentamiento global resultó ser verdad. La Tierra pasó de ser tres cuartos de agua a seis séptimos y la temperatura del mar ha extinguido casi por completo la vida marina. Por supuesto que hay muchas menos especies ahora que hace un par de siglos, de hecho los científicos creen que antes había cien mil veces más diversidad que ahora. ¡Cien mil veces!. Parece sobreestimado pero no lo es y es sencillo de explicar. Las selvas, los pantanos, los bosques, las sabanas, todos esos ecosistemas aparecen sólo en los libros así como la nieve, la tormenta, la niebla y los hielos. La lluvia aún cae y como ya hemos tomado conciencia seguirá cayendo y desde luego que las plantas desalinizadoras son pocas pues siguen siendo altamente costosas más ahora con mares altamente contaminados.

La Tierra hoy esta casi destruida. Dejó de ser ese hermoso planeta azul y cada vez más se asemeja mejor a los rocosos planetas que nos rodean. Vivimos bien, pero no como deberíamos. Lo peor es que no importa cuanto hemos avanzado en tecnología, nadie ha descubierto como recuperar la Tierra. Lo único que podemos hacer es mantenerla como está. Como ustedes nos la dejaron producto de su “Eco-Guerra”.

Ojalá se den cuenta del error que cometen al tratar el medioambiente como un terreno de batalla. Los humanos somos mejores que eso. Mejores que tratar todo como un extremo. Mejores que poner el dinero y el lucro por sobretodas las cosas, mejores que destruir, amenazar y asesinar en busca de la solución. Si quieren salvar la Tierra por favor ¡Dejen de ser una raza de imbéciles! y conviértanse en ciudadanos del planeta, todos pertenecemos al mismo bando.

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