OCACIONALMENTE ALGO INTERESANTE

martes, 9 de julio de 2013

Tierra Plana

Rincón de los Relatos

Nuestros lejanos ancestros tenían razón sobre la Tierra. Es plana como los mismos mapas que la representan. ¿Que cómo lo sé? ¿nunca has dejado caer una gota de agua al suelo? Hazlo y verás que ahí se queda, sin moverse, ni un solo centímetro.

Cuando los antiguos navegantes de barcos de madera y telas convertidas en propulsión se aventuraron más allá de lo que la vista podía alcanzar lograron descubrir lo que por teoría se sabía. Si bien se trataba de postulados irrefutables, nada se compara a la experiencia de zarpar de un puerto y volver al mismo luego de navegar por meses en la misma dirección comprobando así, en altamar y con sacrificio, lo que versados científicos demostraban con sus mentes y sus fórmulas. Tanta certeza como el azul del cielo se decretó que el planeta es una esfera chata, un globo flotando en el espacio. Los escépticos finalmente callaron sus voces cuando los cohetes espaciales lograron romper la atmósfera y ver a la Tierra desde un ángulo tan solo imaginado. Allí estaba la esfera vital siguiendo una ley inquebrantable alrededor del astro rey y tan redonda y brillante que ninguna duda cabía ya. Solo los locos y desquiciados hablaban de una Tierra plana.

Alguna vez lo fue, sin duda y hay evidencia de ello. Fotografías espaciales, diarios de navegantes, cálculos de ingenieros, elucubraciones de escritores de ciencia ficción. La Tierra fue redonda mientras el hombre le daba la energía para mantenerse inflada. Imagina cuanta fuerza le dieron esos valientes que luchaban contra la opresión de los embajadores de lo llano en la época cuando si quiera decir que la Tierra era redonda significaba un castigo tortuoso y lleno de ira. Imagina cuanto aire adquirió el planeta en los tiempos de los navegantes que la recorrían a ciegas o cuando se esforzaban por lanzar balas huecas y tripuladas para verla desde lejos. No eran solo ellos, la humanidad entera estaba hambrienta de descubrimiento, de luz, de deseos de explorar, de no creer en ese borde donde el mar caía por un risco y se perdía en el firmamento. La humanidad creía entonces en el infinito, en las posibilidades eternas, en la Tierra que por más que corrieras nunca se iba a terminar.

Un fenómeno inusual, paranormal incluso, ocurrió al poco andar de la historia. Se reveló sin duda alguna el proceso de achatamiento del planeta. El diámetro se convertía en arista, la sombra en la Luna perdía su perfil. ¿Cuál sería la causa y la consecuencia? La verdad pocos creyeron en tan maniática teoría y sus defensores fueron tachados de locos y el tema quedó catalogado bajo las locas conjeturas de conspiración a la altura de los marcianos verdes.

Cómo se iba a mantener redonda cuando la humanidad se desinfló. El baile de la curiosidad, del cambio, del ingenio fue cambiado por la marcha del conformismo, de la rutina, del hipnotismo tecnológico y ese paso firme, militar, fue pisando tan fuerte y tan frío que la Tierra no aguantó y comenzó a aplanarse por más imposible que parezca. Hombres y mujeres dedicados a seguir la misma ruta de navegación sobre la misma goleta, nace crece reproduce muere, estudia trabaja cría muere, sexo dinero diversión muere, el engaño de los pequeños proyectos ese curso ese hobby un pequeño caramelo entre las toneladas de asfalto de la autopista y la Tierra cede ante los límites de la mente en retirada del paso retumbante de los tambores monótonos y la sonrisa inventada pero diablos qué satisfactoria qué dulce qué excitante falsedad qué fácil es así qué maravilloso ese masaje constante sin tener nada para pensar y la Tierra es plana es plana es plana y limitada y el mar se cae a pedazos por los bordes filosos del planeta miles de hombres y mujeres nuevos se dejan caer desde el firmamento y al llegar al suelo…

…no se mueven ni un solo centímetro.