Placeres Culpables, Televisión: Digimon

Mostrador de Placeres Culpables / Pasillo de Cine y Televisión

Hay que admitirlo, todos vemos algún programa de tele que si nos preguntaran acaso lo vemos lo negaríamos hasta la muerte y sin embargo es uno de los favoritos de la parrilla programática. Yo tengo varios la verdad pero el más culposo es lejos este: Digimon, digital monsters.

La primera vez que supe que existía pensé "Una vil copia de Pokémon". Un día, probablemente muy aburrido así que asumo que fue un domingo, vi un capítulo de Digimon. Nunca más deje de verlo. No sé exactamente que es lo tan fantástico de esta serie pero me atrapó sin poder defenderme.

La historia trata de siete niños que disfrutando de un campamento son súbitamente atrapados por una especie de portal salido de la nada llevándolos a un mundo paralelo al nuestro habitado por criaturas parlantes de las más diversas formas y tamaños llamados "Digimon". En cuanto llegan a este mundo cada niño descubre que una de estas criaturas los ha estado esperando, saben sus nombres y así los saludan. Tai, Matt, Sora, Izzy, Mimi, Joe y T.K. (denominados "los niños elegidos") junto a su respectivo digimon se ven envueltos en una misión más que clara: salvar al "digimundo" (hogar de los "digimon") cruzada que se ven forzados a aceptar pues al parecer la salida del "digimundo" reside en salvarlo.

De ahí, batallas contra otros digimon, descubrimientos acerca de la conexión del digimundo con el mundo real, las digievoluciones, la búsqueda por los emblemas donde cada chico debe encontrar el sentimiento que más lo caracteriza pero al mismo tiempo el causante de sus conflictos en la serie y aventuras sin más. De todo eso se trata la primera temporada de Digimon que es simplemente genial. Perturbadoramente genial.

Pronto llegó la segunda temporada o Digimon 2.0 y es un gran acierto. La línea de conflicto es básicamente la misma con la diferencia que un humano el autodenominado "el emperador de los digimon" es la amenaza de turno. Su existencia se justifica por ser el noveno niño elegido (la octava aparece a la mitad de la primera temporada) pero que nunca se encontró con su digimon hasta los sucesos de Digimon 2.0.

Lo bueno de esta parte es el regreso de los viejos personajes sin dejar de enfocarse en los nuevos niños elegidos, dos de ellos parte de los antiguos. Esa continuidad entre la primera y la segunda temporada fue la que no me quitó un gramo de la adicción a esta serie y por tanto la vi la temporada hasta el final.

Debo reconocer que ambos finales son para soltar la lágrima sobretodo porque son despedidas, los digimon mascotas de los niños elegidos deben quedarse en su mundo y los elegidos en el suyo.

Por supuesto hay más temporadas. La tercera llamada Digimon Tamers intenté verla pero me desagradó profundamente. Partiendo por la desaparición de todos los personajes clásicos y terminando por un cambio de concepto en 180 grados. Ahora los elegidos tienen una mascota digimon pero la digievolución ahora incluye fusionar al maestro con la criatura. Un asco. La historia se enredó montones y los personajes carecen de esa mística tan extraña pero identificable de los elegidos de las dos primeras temporadas. Ni hablar las dos siguientes temporadas, Digimon Frontier y Digimon Saver, que con el antecedente de la tercera me niego rotundamente a verlas. Para mí, Digimon llegó a su fin en el último capítulo de la segunda temporada.

¡El Primer Capítulo Completo!

Primera Parte: El tema de entrada siempre me emociona. Un par de datos "freak": lo que les llega como meteoritos son los digivice, su conexión con sus digimon; lo otro es que pongan atención en el ambiente previo a la aparición del portal, un caos climático mundial que no se por qué me suena familiar.

Segunda Parte: Lejos la parte "friki" del capítulo con presentaciones tanto de humanos como de digimon. Todos lanzan burbujas.

Tercera Parte: Lo más cool de la serie debuta, las digievoluciones. La aventura recién inicia.

Eso si. El "ending" de Digimon Tamers es lo único que vale la pena, casi que prendería el televisor sólo para ver los créditos finales. Así es el nivel de culpa de este placer.