Recuerdo estar en un lugar que antes no había visitado. Yo estaba entremedio de unas mesetas no tan altas, pero lo suficiente para no escalarlas, y no tan juntas, lo suficiente para que un frágil sendero pasara entre ellas. No se que es lo que hacía ahí en ese camino pero de un momento a otro me lo pregunté, analicé el lugar, la situación. "Esto es un sueño" concluí sin despertar y quise hacer algo para combrobarlo. Corrí y salté. Al primer intento fue un gran salto, uno largo, lento, imposible. Al segundo intento si lo logré. Emprendí vuelo y logré ver que las mesetas y el sendero era todo lo que había. Recuerdo la sensación de volar, sentía el viento golpear mi rostro, atravesaba nubes, subía, bajaba, acelaraba, giraba. Despertaba. Tengo la sensación certera de que han habido un par de otras veces en que me he dado cuenta que un sueño es un sueño pero sólo de este me acuerdo perfectamente.
Hace poco recuerdo estar en un sitio, creo que afuera de un cine, con una mujer, recuerdo perfectamente quién, como esperando y estando ahí. En un momento recorrimos unas calles en las que ya había estado. Era una calle con muchos recobecos pero rodeada de puestos de artesanía que apenas dejaban circular por la vereda. En eso llegamos a un negocio que era de esos típicos "negocio de barrio" uno donde ya había entrado, atendido por un tipo chascón y barbón que se dedicaba todo el día a ver la lucha libre en el televisor que todos los clientes podían ver. Caminando de vuelta afuera del cine, tomados de la mano, pensaba en lo perfecto que era el momento y me pregunté "¿Será este un sueño?" miré hacia todos lados, la miré a ella, era todo tan claro, tan real, tan complejo, que me convencí "No, esto es real. Esto está pasando". Volvimos al sitio donde partimos y repentinamente aparecí enredado en las sábanas de mi cama.
Casi siempre me acuerdo de lo que sueño incluso de lo que sueño entre los pestañazos matutinos y me ha pasado de todo en ellos inclusive soñar con un día común y corriente y hasta a sentir dolor (por lo que lo del pellizcón no funciona para mí) pero nunca me había engañado a mí mismo. Creo que el sueño era tan agradable que lo que más quería era que fuera real y mi subconciente decidió engañarme. A lo mejor fue para equilibrar la vez en que si me di cuenta que era un sueño e hice lo que quise en él.
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