Hay tanto charlatán en el mundo discurseando tanta estipidez que de pronto no dan ganas de escuchar a nadie. Pero al ver a este gran orador, su pasión, su convicción, que no solo me quedé a oirlo. Me convenció de todo lo que dijo. No tengo idea cómo es que pude vivir conmigo mismo antes de escuchar sus palabras, ahora comprendo por qué sentía un vacío en mi alma.
Para ustedes el mejor orador de la historia.
Para ustedes el mejor orador de la historia.
Gracias ¡oh Señor! gracias.
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