OCACIONALMENTE ALGO INTERESANTE

miércoles, 29 de diciembre de 2010

C'est La Vie Sans Paris

Desván Para Pensar

NOTA: Últimamente he sentido uno de esos impulsos para escribir, una especie de necesidad, la sensación de tener mucho que decirle al papel y siendo sincero es demasiado ocasional momentos como este. Así que me senté en una banca cerca de la oficina, en esa oportunidad, con estas ideas grandiosas sobre París y pesimistas sobre Santiago dando vueltas en mi cabeza y me desahogaba escribiéndolas con un lápiz recién comprado. Después de eso vino la verdadera reflexión, de esas temibles que deja pasar el subconsciente por error y ahí, congelado con esa idea tan real, tan innegable y reveladora no tuve otra opción salvo la sinceridad y el reconocimiento de una verdad molesta y poderosa. Así, sin modificarle nada salvo algo de ortografía, esto es lo que salió.

C'est La Vie Sans Paris

El único remedio para la nostalgia de París es recordar que me la traje para siempre en mi mente y puedo revivirla con un papel blanco y un lápiz de un euro con diez y cómo no, ayudar a la memoria con música en francés no está de más. No importa estar tan lejos, así se recuerda mejor que nunca como si al estar allá me hubiera dedicado a recogerla y ahora a disfrutarla de verdad a pesar del sol santiaguino en la cara filtrado por partículas de suciedad y con el Mapocho tan cerca, esa desgracia fluvial tan de éste lado del mundo que da asco sin olerlo, sin mirarlo ¡Qué desgracia! ¿Por qué estoy aquí? C’est la vie sans Paris, llena de recuerdos maravillosos, las calles, los aromas, los cafés, la Eiffel, el francés, he viajado a muchos lugares pero ninguno como París, ninguno al cual quisieras de verdad volver y quedarte por siempre ¿qué será? y a veces creo que es todo. Mi querido Santiago sin personalidad ¿qué identifica a esta ciudad? su nada, no nada sino su nada, su falta de grandeza, de orgullo, de calidez, de verde y azul, de romanticismo, de magia, un sombrero de mago sin conejo.

Nunca antes lo había sentido, esto de que no hay nada aquí para mí salvo un avión esperando llevarme a París sin regreso y lo que no sé es qué va a pasar. ¿Seguiré reviviendo Francia en mis escritos? “Caminando de les Invalides à la tour Eiffel por las pequeñas y laberínticas calles, plazuelas al azar en las esquinas, los cafés y sus sillas mirando a la calle, sus estrechas veredas, hace un frío seco y comienza a nevar, copos delgados a los que el viento no deja llegar al suelo y tengo a la vista la torre y la nieve y el frío ¡C’est la vie avec Paris!

En una reflexión desde lo más profundo del yo mismo, tal vez se trata de encontrar París esté donde esté, tal vez la conozca, tal vez sea la amiga de un amigo, a lo mejor una compañera de oficina. Nada de cerrar los ojos y construir la tour Eiffel en medio de Santiago o imaginar cruceros atravesando el Mapocho pensando en La Seine. La Vie Sans Paris es y no es una metáfora, quizás debería mirar a esa mujer a los ojos y confesarle que en ellos veo a la ciudad luz y entonces comenzará a nevar a pesar del sol, se escuchará el francés en las calles y los cafés y sus mesitas florecerán. Estoy seguro y reconocerlo, eso sí no es como París, reconocer que te falta el amor está tan pasado de moda como los sombreros de copa, tan patético como un payaso que no hace reír. Pero para mí la vie sans Paris es casi insoportable y si tuviera el valor hoy mismo cogería un Air France a París, hoy mismo declararía a esa mujer con París en los ojos ¡¡La vie sans toi est comme la vie sans Paris!! Haz que caiga nieve, haz que aparezca la Seine que yo nunca dejaré de quererte, de recorrer tus plazas, de beber en tus cafés, de extrañarte cada vez que me recuerde bajo la sombra de la tour Eiffel.

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