Desván Para Pensar
En este país tan ágil, cambiante, lleno de aires nuevos. En las elecciones es donde todo eso sale a la luz. A las 9 de la mañana me desperté sólo para estar un rato mirando la televisión donde los 5 canales nacionales más importantes dedicaban desde las 6 de la mañana. Para mi sorpresa anunciaban una importante novedad: el número de mesas (de votación) ya funcionando en pleno. Una hora sobre eso en cada uno de los cinco canales y lo bueno es que cada uno se centraba en exactamente los mismos centros de votación así uno podía corroborar la noticia por quintuplicado. A las diez comenzaba la diversión: el anciano que apenas llegaba a votar, la señora que aparecía muerta en los registros, otro señor de edad avanzada moría camino a votar, los detenidos por rehusar ser vocales y la desgracia de quienes fueron seleccionados en el momento y el humorístico momento con el travesti en mesa de hombres. Y lo mejor: en los cinco canales estaban dando lo mismo así que una vez más podía escuchar de cinco fuentes distintas las mismas relevantes noticias.
Luego vino algo así como las horas muertas. entre las 12.30 y las 16.00 donde la acción en los centros de votación es escasa y poco interesante salvo mostrar a los famosos políticos que acuden a votar. Ni manera de perderme alguno porque como los cinco canales mostraban al mismo famoso al mismo tiempo no había razón para creer que quizás en el otro canal estaban mostrando alguna persona más interesante. Al mismo tiempo el formato noticiero se retiraba y entraba un novedoso formato tipo matinal entre esas horas. Aquellos cinco canales deben tener excelentes creativos porque a todos se les ocurrió la misma genial idea. Así, entre famosillos de la farándula olvidada, humoristas de la década pasada y los mismos rostros de las mañanas se pasaron volando aquellas horas sin novedades.
Finalmente el recuento de los votos. Las mesas de votación empezaban a hacer sus arqueos de caja. Abrían cada voto y gritaban a viva voz para quién ese voto resultaba favorable. Cada canal saltaba de mesa en mesa a través del país para informarnos los resultados a tiempo real. Lo bueno es que la coordinación de los canales fue un poco mejor, uno podía ver distintas mesas en distintos canales. Eso sí, todos los periodistas estaban concentrados en no más de tres de las más de doscientas comunas del país.
Lo mejor de este relato es que lo guardaré para la próxima elección porque se repite lo mismo. Y si, fui a votar para las dos últimas elecciones pasadas y si quieren saber cómo fueron sólo deben volver al primer párrafo de este texto y volver a leer.
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