OCACIONALMENTE ALGO INTERESANTE

lunes, 19 de julio de 2010

En La Realidad Con Susan

Rincón de los Relatos
Miré mi reloj y faltaba un minuto para las siete. Veo entonces al cielo y vestida con un overol colorido emulando un paisaje urbano se acerca Susan volando en su aeropatín. Antes de aterrizar da un giro completo para apagar los propulsores, se levanta las antiparras y me saluda.
- Siempre con esa manía de llegar un poco antes a las citas amor – me toma de los hombros y me besa. Apenas pierde el control del aeropatín trata de tomar el mío.
- Me gusta verte llegar – confesé.
- Deberías aprender – me dijo deshaciendo el aparato en el aire apretando un botón.
- Bueno y a qué se debe esta cita a horas tan tempranas – nunca nos vemos a esta hora pero tenía algo importante que proponerle.
- Susan – sabía que teníamos poco tiempo – me gustaría que nos juntáramos, frente a frente – Traté de encontrar desaprobación en el rostro de Susan pero en cambio parece que la idea le fue indiferente.
- Claro amor – le dio un taconazo al suelo y emergió su aeropatín – Nos podríamos ver aquí mismo después del trabajo ¿qué te parece? – me sorprendió su rápida respuesta pero luego de reflexionar creo que fue la forma que encontró para no perder el control en esta relación.
- Perfecto – le dije. Entonces se elevó con su aeropatín y tras una dramática acrobacia desapareció. Yo también me desvanecí de inmediato.

Ese día apenas pude concentrarme en el trabajo. La relación con Susan iba a la perfección en todo sentido: teníamos temas en común y suficientes divergencias, amantes perfectos en la cama y fuera de ella. Pero todo eso siempre dentro de La Virtual, llevar la relación fuera de allí… nunca antes me atreví a tener un amor fuera de La Virtual.

Faltaba un minuto para las siete de la tarde. Miré al cielo como de costumbre y ahí venía Susan con su aeropatín, deslizándose en el aire con tanta seguridad y destreza como en La Virtual. Dio el giro de costumbre, aterrizó y dejó bajo sus brazos la inanimada máquina voladora.
- No deberías hacer eso – le advertí ahora que sus acrobacias podían herirle.
- ¡Vaya! Pero si lo hago todo el tiempo – respondió con lógica innegable - ¿Dónde tienes planeado llevarme? – cada vez que pregunta eso es porque ella tiene un plan.
- No lo sé, supongo tienes alguna idea – le respondí mecánicamente. Me tenía desconcertado.
Todo parecía tan normal, Susan actuaba como si estuviera en La Virtual nada cambió en su actitud o en su forma de ser y hablar. Me tomó la mano y antes de ponerme nervioso por el contacto me di cuenta que aquello también seguía idéntico. Su piel tenía la misma suavidad, sus manos los mismos pliegues. Su perfume olía igual, a una mezcla entre la suavidad frutal de la frambuesa y el penetrante y embriagador olor a motor de aeropatín.
- Hemos llegado amor – frente a nosotros el Cine Interactivo.
- Mira – indicó a la marquesina – están pasando una interactiva de carreras de aeropatín – Susan y su adicción.

Estuvimos una hora en el Interactivo y sorprendentemente Susan ganó todas las partidas. Entre cincuenta y sesenta competidores nunca pudimos derrotarla. Su increíble habilidad para manejar la tabla motorizada era impecable en el Interactivo, en La Virtual, en la realidad.
- El truco está en practicar en serio – se ufanaba golpeando su tabla bajo el brazo mientras salíamos del cine.
- Tendré que aprender pero en un lugar seguro – me rendí a medias.
- Sabes – dijo tomando un tono serio mientras caminábamos enganchados del brazo – nunca antes había conocido a una pareja fuera de La Virtual –
- También es mi primera vez – le respondí sincero.
- ¿De veras? ¡qué alivio! Pensé que sólo yo estaba debutando en esto – primera vez que Susan admitía algún tipo de inseguridad.
- Yo estaba muy nervioso también aunque tu naturalidad me ayudó bastante – le agradecí y ella me respondió con un beso en la mejilla.
- ¿No es muy distinto, verdad? Digo, pensé que esto de las relaciones de pareja se sentían distintas fuera de La Virtual, no lo sé esperaba sentirlo más… - completé su frase, pensábamos lo mismo.
- Más real, si – ambos callamos un momento. Sólo caminábamos, sin rumbo. La noche era despejada, helada y muy seca. Una rápida vista a la gente y me di cuenta que éramos los únicos caminando en pareja.
- Lo único que me molesta es la tabla, debería poder deshacerse también aquí – reímos divertidos con la idea y comenzamos a hacer desaparecer cosas y gente. El frío, nuestros jefes, el pago del alquiler.
- Supongo que por eso es más divertida La Virtual, allí no hay nada de esto – confesó Susan.
- Me pasaría toda la vida contigo en La Virtual, viviríamos de navegar en aeropatín y hacer carreras en el Interactivo – le dije.
- Y tendríamos varios hijos después – continuaba Susan dejando volar la imaginación – tendríamos cuatro, dos niños y dos niñas y desde chicos les enseñaríamos a andar en aeropatín –
- Viviríamos en una casa enorme frente a la playa más hermosa y todas las noches haríamos el amor ahogados en el sonido del mar –
- Iluminados con la luz de la luna, más grande que de costumbre, con las ventanas abiertas para bañarnos en aroma marino –
- ¡Cuánto nos costaría algo así! – pensé con las botas de hierro puestas.
- Imposible con nuestros patéticos salarios – rió Susan.
- Pero en La Virtual ¡bastaría con programarlo y ya! - y nos miramos locos y desesperados.
- ¡Vamos ahora! – le rogué sin poder aguantarlo y Susan agarró su tabla y se fue volando a toda velocidad mientras yo tomaba un magnético y apresuraba al chofer camino a casa.

La noche era perfecta. Una enorme casa, copas del mejor vino ya vaciadas, la luna más radiante que nunca, las ventanas abiertas para dejar pasar al mar y a sus sonidos y sus olores. Estábamos acostados en la cama, ya cansados, aún extasiados. Disfrutando ese momento.
- Desde ahora sólo veámonos acá mi amor– me susurró Susan al oído.
- No quiero otra cosa amor mío– le dije y nos quedamos dormidos. A las siete en punto la alarma automáticamente nos despertaría y desconectaría de La Virtual. Un sistema perfecto para aquellos que luego de abrir los ojos dudan en volver a la realidad.

2 comentarios:

Emilio dijo...

Y pensar que me recriminabas por postear en horas de trabajo... pke este dice lunes a las 1:03 presumo pm pke no te imagino posteando en la madrugada cuando tienes que ir a trabajar digo horas de sueño perdidas, en cambio que se pierde en el trabajo?

Nicolás! dijo...

Señor Emilio, efectivamente son las 1 am del dia lunes, de lo contrario el post saldría como publicado a las 13 horas.

Sin más que decir, saludos.

PD: Agradezco su post