Yo y mis amigos no teníamos más de diez u once años cuando nos dio por seguir la moda de hacer llamadas telefónicas de broma. Al principio era llamar a casas y decir cualquier tontería. No conseguíamos mucho pues nuestras aún infantiles voces nos delataban de inmediato. A lo más que llegamos fue a mandar radiotaxis a casas que nunca los pidieron. Hasta que llegó a nuestro oídos el rumor: marcar 511666 y cuando un hombre conteste preguntar por "Don Sata". En poco tiempo, muy poco, se convirtió en una leyenda de la telefonía. La rutina diaria pronto incluía una llamada a "Don Sata". El pequeño pueblo de Cauquenes ofrecía algo que ni las grandes capitales podían lograr.
¿Qué pasaba si llamabas a Don Sata? bueno si tenías suerte y te contestaba un hombre de voz ronca y fastidiada entonces sólo bastaba decir "¿Aló? ¿estará Don Sata?" para así recibir de vuelta el más contundente, completo y creativo rosario de garabatos jamás emitidos por un ser humano. El tipo enfurecía a tal nivel que gritaba desde el otro lado del teléfono que nuestras muertes se acercaban si nos encontraba junto con millones de adjetivos que dificilmente se podían escuchar sin estallar de risa. A tanto llegó que el educado "Don Sata" finalmente cambió de teléfono. Ese día llamamos al 511666 y la clásica voz grabada decía: "este número no existe". Un día triste para la comunidad. Tratamos por todos los medios de encontrar a Don Sata, revisamos la guía de teléfonos antigua buscando su dirección, dimos con su nombre pero no con su nuevo teléfono. En fin. Se llegó a decir incluso que "Don Sata" era en realidad un párroco de iglesia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario