Cuando por vez primera te vi ahí sentada
se cayó la gris muralla por árboles asustada
un verde eterno, un bosque completo
desde entonces un vals escrito en sonetos
Placer culpable verte desde lejos
escribir tu nombre en las paredes
detrás de hojas repletas de versos
con tu nombre en tantos colores
Te veo venir hacia mí, un golpe eléctrico
mudo ante lo increíble, ante el susto
de la belleza imposible, no es justo
la diferencia es risible, reina de alcurnia
levantas la vista, todo deja de ser
importante, fijar mis ojos en los tuyos
por tan solo un segundo, pieza de museo
ladrona de alientos de admiración y deseo
Tormenta de hielo se avecina
por cosas de esta vida
Él no soy yo y la lógica dicta,
estás allá arriba más allá de la luna
más allá de la última estrella
Mis cinco notas aún sueñan con unirse a las
tuyas
dirigir una enorme orquesta de gatos
cantantes
que nos duré por esta vida y las ocho
restantes
¿Los escuchas ensayar como locos? Pobres
imaginar la otra mitad de los acordes
no hay
otra opción
espejo
sin reflejo.
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