OCACIONALMENTE ALGO INTERESANTE

sábado, 29 de noviembre de 2008

Celular Con Cámara, Debí Tenerlo Cuando:

Línea de Aparatos y Artefactos

Con esta tecnología de los celulares con cámara fotográfica es difícil que un momento memorable no quede registrado por la cámara de alguien. Todos tienen celular, todos los celulares tienen cámara. Pero hace unos viente, diez años atrás ni celulares ni cámaras de bolsillo existían. Recordando tiempos antaños hay muchos momentos en que tener una cámara en un celular hubiese sido perfecto.

- Le habría tomado una foto a la primera sala de clases, la de primero básico. La recuerdo pero son imágenes difusas y más bien son rostros, no el lugar.

- Hubiera fotografiado al primer y único gallinero que tuvimos en casa. Vivía en un pueblo tan de campo que permitía que tener un patio lleno de gallinas fuera algo totalmente normal y hasta deseable. Una fotografía aparte le hubiese tomado a "La Pajarona" la gallina regalona.

- Varias fotos habría tomado de nuestro juego más común en los recreos. "El Autito" se jugaba en el largo pasillo de baldosas del colegio donde uno de nosotros se sentaba, otros dos le tiraban de las manos y un tercero empujaba desde la espalda. El resto se colocaba en el pasillo esperando la arremetida del "autito" y quitarse de en medio hasta el último momento. Decenas de atropellados se contaban semanalmente.

- Hubiese fotografiado uno de los partidos de fútbol que jugábamos en mi colegio de básica. Pondría especial cuidado en que se notase que nuestro balón era en realidad una caja de jugo o del mítico "yogu-yogu".

- Sin duda habría fotografiado a todas las niñas de las cuales alguna vez me sentí "profundamente enamorado".

- Le habría tomado fotos a los niños del otro lado del río, esos que cuando estabamos con un amigo andando en bicicleta desde su lado del río nos empezaron a tirar piedras con hondas. Nunca he vuelto a ser víctima de tal intento de agresión.

- A los personajes ícono del pueblo les habría tomado un par de fotos: Juana La Loca, El Vendedor de Barquillos, El Violador del Puente, Los Fantasmas de las dos Casas Embrujadas, y contando.

- A los personajes ícono del colegio también les habría tomado fotos como a "Super Carla" y "Super Buchi" por nombrar un par.

- El choque entre un bus y un camión en la carretera, eso lo hubiera fotografiado. Recuerdo que fue tremendo, tanto que el conductor del bus murió y mucha gente quedó herida. También recuerdo que estuve a punto de subirme a ese bus pero por ser escolar el auxiliar me negó la subida y viajé en otro.

- Habría fotografiado a todos los del colegio que cayeron en la broma del billete falso. Imprimí unos billetes en papel oficio con la primera impresora a color que tuve, claro que por un solo lado. Luego recortaba, arrugaba y doblaba el supuesto billete. Quedaba como uno verdadero y se lo poníamos a los profes cerca de la sala de profesores y a los auxiliares cerca de las rejas del colegio.

- Le habría tomado una foto al perro que siempre molestabamos camino al gimnasio municipal donde haciamos las clases de educación física. Todo el tiempo pasabamos por la casa de ese perro, un doberman nada temible detrás de las rejas. Un día la reja de la casa de al lado estaba abierta y cuando llegamos a molestarlo, como de costumbre, el perro dio un increible salto de 1 metro y medio y empezó a perseguirnos.Nunca he vuelto a correr tan rápido como en aquel día.

- Hubiera fotografiado nuestro último día en el pueblo, el día en que nos mudamos a la gran capital. Me acuerdo que el vecino se vino a despedir y que en el auto apenas cabíamos porque estaba lleno de cosas. Y muchas otras simplemente no entraron ni en el auto ni en el camión de mudanzas.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Drive-Thru

Rincón de los Relatos

Siempre nos hemos llevado bien con Rosario, más bien la amo. Su único problema es su carácter atropellador, ella quiere decidir por todos y especialmente por mí. Logro tolerarlo hasta cierto punto e incluso a veces llego a no notarlo en lo absoluto pero cada vez que pasamos por el drive-thru (ese servicio donde sin bajarte del auto te venden comida por una ventanilla) el asunto se me hace insoportable.

“Bienvenidos a McKing, ¿les tomó su orden?” nos pregunta la caja parlante apenas me detengo frente a ésta. Es ahí cuando voy a decir la primera palabra y entonces Rosario, desde su asiento de copiloto, se abalanza como si no existiera y a gritos pide un par de hamburguesas y sodas. “No me mires así, ¿eso era lo que querías no? Ya, parte y vámonos”.

Mis amigos me insisten en que la deje, ha sido tanto el abuso ante sus ojos que ya ni me molestan por ser tan sometido y han pasado a preocuparse. Tal cual la gravedad del asunto derrota a su gracia. Pero desde que vi por primera vez a Rosario he estado enamorado de ella. Conocerla fue un remezón violento y sin control, estar con ella me ha cambiado a mí y a la vida. Dejarla sería renunciar a todo, volver a desnudarme y vivir en cavernas.

“¿Y ella te ama de esa misma forma?” me preguntó Andrea, mi mejor amiga a la cual ya casi nunca veo, y no pude responderle. Recordé esos momentos en el drive-thru, me sentí humillado, sobrepasado. “Si no lo sabes es un gran problema” dijo Andrea después de advertir que no sería capaz de decir algo sobre su pregunta. Yo ya lo sabía pero es de esas cosas que uno reprime y abandona en la última fibra del corazón para que no se note y cuando la volví a rescatar se había transformado en un cáncer en crecimiento pleno que dejaba cariño muerto y amor en necrosis.

Lo que sigue era lógico. Hoy hace poco rato cuando el sol aprestaba a atardecer, fui a la casa de Rosario para decirle que la dejaba. En vez de mostrar algún atisbo de tristeza se puso furiosa y gritaba “¡Qué te has imaginado! ¡Qué vas a hacer sin mí inútil!”. No deseaba escucharla más así que caminé hasta la puerta y antes de poder salir chilló con toda su rabia “¡a ver si eres capaz de comerte solo tus mugrientas hamburguesas!” y a pesar de que era yo quien salía me pareció que ella había dado el portazo.

Después de eso me dirigí al McKing de siempre pero en vez de pasar al drive-thru estacioné mi auto y entré al restaurante. “¿Qué va a pedir señor?” dijo una cajera y di un torpe salto hacia atrás como asustado. Luego de ver que nadie más respondía le dije “un cuarto de pollo y un agua mineral”. Siempre he detestado el pollo pero el de hoy, está espectacular.

martes, 25 de noviembre de 2008

La Televisión de Ayer

Pasillo de Cine y Televisión

La televisión chilena parece haber entrado a una fase del recuerdo, nostálgica y de buenos momentos. Tanto así que no sólo existen programas actuales mostrando televisión o tiempos antiguos como "TV o No TV" con la historia de la televisión en canal 13 al igual que Los 80's, una serie ambientada en aquella década. Pero lo más impresionante son las repeticiones de antiguos programas. Ya Televisión Nacional lleva harto tiempo en eso repitiendo novelas de antaño en horario de media tarde, hoy retransmitiendo "Iorana". Para que hablar del medio día. De 11.00 A.M. hasta las 1.00 de la tarde Canal 13 transmite antiguos capítulos del mítico programa Video Loco, por ahora del año 2000 donde vemos a un joven Jorge Zabaleta rendido a las simplonas pero creativas rimas para presentar cada video mientras Alvaro Salas se lanza la frase "las guaguas no saben perrear pero los perros saben gatear" consagrándose así (es casi lo más seguro) como el primer chileno en utilizar la palabra "perreo". Todo para presentar un video de un perro que gatea como guagua. Televisión Nacional en cambio se la juega por un programa no tan viejo pero ya convertido en un clásico: Rojo Fama Contrafama en su brillante primera temporada mostrando las mejores imágenes, es decir sin los bailes descoordinados, los cantos desafinados y otros rellenos que no queremos volver a ver. Si, por supuesto que muestras las eliminaciones y los pelambres en su totalidad.



miércoles, 19 de noviembre de 2008

Forzada Negación del Yo

Desván Para Pensar

Estaba a la mitad de una entrevista laboral cuando la psicóloga reparte a nosotros los entrevistados (éramos cinco a la vez) unas hojas totalmente en blanco y nos da la instrucción: "la idea es que dibujen una figura humana bajo la lluvia y después inventen una historia de acuerdo al dibujo y le coloquen un título". Para alguien con complejo de escritor de baja monta como yo que le digan que escriba una historia y le den tema es como que a un niño le diesen un gigantesco pliego de papel y miles de tarros de pintura para dibujar con las manos. Soy pésimo en el dibujo pero sin embargo se me pasaron miles de ideas por la cabeza. De las descabelladas y también de las otras.

Pero la realidad de inmediato reventó la nube. Era una entrevista laboral y recordé que en este famoso "test del hombre bajo la lluvia" uno no se puede detener a pensar que hacer porque sino significa que tienes dificultades para emprender nuevas tareas. Obviando mi convicción de que pensar es una primera forma de afrontar un nuevo problema puse manos a la obra sin más. Por supuesto empecé dibujando a la persona y primero con su cabeza, cualquier otro comienzo indica de inmediato algo erróneo con tu personalidad. Sin pensar más en lo tremendamente pesimistas que son estos test dibujé la cabeza. Por suerte recordé a tiempo que los trazos deben ser de lineas enteras y firmes porque cualquier otro tipo de trazado, nuevamente, revela algún trastorno aunque débil este sea. Pensé en dibujar al humano en diferentes posturas, interacciones, actitudes, incluso vestimentas: un tipo saltando y jugando con su sombrero, mirando hacia arriba como absorbiendo la lluvia, un hombre sentado y contemplando. Pero automáticamente recordé "estoy en una entrevista laboral y quiero quedar en este trabajo" entonces rechacé todas estas ideas sicóticas y un hombre que ocupaba media hoja (muy chico, muy grande, ambos graves errores), dibujado justo en el centro (el único sitio en que en mi imaginación el humano no aparecía) porque cualquier otra posición es conflictiva, mirando de frente (la posición más ridícula en un dibujo así pero la más correcta por lejos) y por supuesto de pie.

Ni pensar en dibujarle objetos como una pipa para darle intelectualidad ni nada diferente a un paraguas porque independiente lo que sea o adonde con respecto al humano esté ubicado el objeto, será interpretado bajo el rótulo de alguna anormalidad o una seria desventaja para el mundo laboral. Ni hablar de dibujarle un acompañante o personas a su alrededor. El tipo estaba mirando de frente, quién sabe hacia donde en realidad, parado, sólo y con un paraguas dibujado en perfecta relación de su tamaño con el del tipo, cubriéndolo totalmente y absolutamente vertical. Curiosamente nunca lo imaginé así pero si lo dibujaba sin paraguas implica falta de defensas (¿qué?) y si lo dibujaba inclinado a la derecha desconfianza. Ni hablar de dibujarlo inclinado a la izquierda o me verían como un niño y mucho menos dibujar un paraguas pequeño porque hasta con perturbaciones sexuales me hubieran diagnosticado. ¡Vaya importancia de un simple paraguas!

Ya hablar del ambiente donde quería dibujar al sujeto es un cuento aparte. Cualquier cosa distinta de la lluvia y las nubes (que ni siquiera ahora estoy seguro si existe un tipo de nube que no implique algún trastorno) significa obstáculos en la vida o necesidad de apoyo o qué se yo. Y estamos hablando de cosas sencillas como animales y árboles porque de dibujar otra cosa significa realmente un trastorno lejos de ser normal. Ahí vi a mi sujeto de nuevo. De pie, contemplando la nada, vestido con botas (lógico, todos usamos botas cuando llueve), sin bolsillos en los pantalones ni botones en la camisa, sin corbata (sino tu sexualidad será cuestionada al igual que dibujar zapatos muy grandes o con cordones) y ni de broma con sombrero. El tipo estaba sólo, bajo una lluvia lineal, constante pero débil porque cualquier otra lluvia indica alguna perturbación (muy fuerte estoy agobiado, en forma de gotas melancólico y así) una lluvia que no deja charcos en el suelo ni esta acompañada por tormentosos rayos.

Mire mi dibujo mientras escribía el título de la obra sin ánimo. Era un sujeto vacío para mí, los trazos de una persona que no conocía. Y sin nada a su alrededor, me parecía un dibujo insípido, falto de carácter. Nada. Era como estar mirando una pared incolora, saboreando agua de la llave. Pero era el dibujo correcto, el que me mostraría como el candidato estándar que tanto buscan las empresas. Para que hablar de la historia que conté sobre el tipo. Nunca me había sentido con un vacío creativo tan tremendo, el dibujo de ese hombre bajo la lluvia es de las pocas cosas que no ha sido capaz de mover mis sentimientos. Ni siquiera recuerdo la historia. Creo que fue sobre la emocionante aventura de un hombre común bajo la lluvia mientras sostiene un paraguas con precisión y mirando a la nada como si nada.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Romance En El Cine Interactivo

Rincón de los Relatos

La fila para entrar al estreno era inmensa, desde que se anunció “Caos en el Espacio” no sólo los jóvenes parecían esperar este día con ansias como si fuera el más importante del año. Muchos adultos y pequeños niños esperaban su turno porque para disfrutar de la acción del cine interactivo no necesitas más que un par de brazos y piernas coordinadas con una mente hábil.

Al fin llegaba mi turno. La sala es al estilo de un gran teatro con alrededor de 250 ocupaciones para los jugadores y palcos gratis para espectadores. Todo apuntando a una enorme pantalla dividida en 9 secciones y arriba de ellas una décima pantalla donde se muestran constantemente las variaciones de puntaje y otros pormenores del juego. Además cada espectador puede conectarse con su placapantalla y ver cualquier ángulo e información del juego que quiera. Servicio disponible para los jugadores también desde sus propias terminales.

Por suerte me tocó entrar de los primeros y me senté en la ubicación “33” que me ha traído buena suerte. Luego me coloqué el casco virtual y acomodé los controles, un timón de vuelo con 6 botones de tiro, una palanca de aceleración a la izquierda, la palanca de aceleración vertical a la derecha y los pedales de propulsión, cuatro de ellos tal como habían anunciado en la publicidad, a mis pies.

“Bienvenidos a Caos en el Espacio, el primer juego de guerra espacial todos contra todos” anunció una voz femenina y agradable al comenzar. Me vi súbitamente sobre una nave espacial. Estaba estático y en una posición que me permitía ver a cada uno de los jugadores y todos ellos a mí. “Cada acierto les dará un punto, un acierto en la popa les dará cinco puntos y destruir a un contrincante quince. Perderán puntos bajo el mismo esquema si son víctimas de cada evento. En esta aventura ustedes están solos, sus enemigos: todos menos ustedes” entonces la nave comenzó a pilotar en automático y a girar suavemente al igual que las otras. Una pantalla nos mostraba la cuenta regresiva.

El juego comenzaba. El ambiente parecía realmente infinito y las sensaciones de movimiento perfectas. Si palpabas podías sentir el vidrio reforzado de la cabina y cada uno de los remaches del casco de titanio. En esta distracción inicial la voz femenina, ahora carrasposa por efecto del radio, decía “golpe al costado, menos un punto” estadística corroborada por una pequeña pantalla en la cabina. Lo del caos era absolutamente real. En una guerra donde 250 naves de las mismas características se tratan de derribar entre todas no hay otro resultado posible.

“¡Hey, Quasar!” uno de los jugadores llamaba por radio con mi alias del juego, “me parece que la clave es unirnos, podemos sacar una buena ventaja y después dividirnos” le respondí que era una gran idea y que al llegar a tener cien puntos de ventaja sobre el resto nos dividiríamos. Estuvo de acuerdo y luego dijo “a todo esto, soy Nova y me parece que al primero que debemos cazar es al puntero” propuso en una actitud risueña pero decidida.

Partimos en búsqueda del líder y lo despojamos de sus puntos sin mayor resistencia. Parecíamos coordinarnos de manera natural. Yo dejaba que me siguieran mientras ella quebraba hacia el lado contrario, una vez más cambiábamos dirección para dibujar una “O” pero yo iba mucho más adelantado para que ella se encontrara justo en picada con la mejor de las posiciones para acribillar el costado de la nave del líder. En esa confusión quedaba paralizado e inmediatamente presionaba los pedales de los propulsores laterales y giraba sobre mi eje en 180 grados para mutilar la proa del objetivo. Lo increíble es que ambos sacábamos exactamente el mismo puntaje en cada enemigo. Lo hicimos así con cada jugador que tomaba el liderazgo hasta quedar nosotros líderes para pasar a hacer lo mismo con los que iban en tercer puesto.


“Eres un gran piloto Quasar” me felicitaba mi compañera y le respondía yo de la misma forma. No nos dimos cuenta cuando llegamos al puntaje que pactamos porque dejamos de observarlo. Ninguno sentía interés por llevar la cuenta, simplemente nos dedicábamos a encontrar a la nave rotulada con un “3” y la perseguíamos sin descanso hasta atinarle el último golpe. Nuestros trazados dejaron de ser la clásica “O” y los aprendidos zigzag sino que se volvieron giros y quiebres arriesgados sin embargo certeros y armoniosos. No tenía como saberlo pero intuía que las placapantalla de todos los espectadores estaban atentos a nosotros y a nuestro espectáculo. Dentro de todo el caos de la batalla podía verse la imagen de nosotros y nuestras pulcras y concertadas maniobras. Una calma destellante impensada.

Al juego le quedaban diez segundos, anunciados por la voz anfitriona en una cuenta regresiva. Destruimos al último enemigo y ambos giramos verticalmente y nos detuvimos por completo (y casi de inmediato, un movimiento difícil dada la inercia espacial) mirándonos frente a frente. Era la primera vez que la veía. Sus ojos celestes refulgían y traspasaban la opacidad del casco simulado y del mismo espacio, fueron ellos quienes me paralizaron y me dejaron sin poder apretar el gatillo. Pero ella tampoco disparaba, era cosa de arrojarme un haz de energía y ganarse el punto que necesitaba para ser la vencedora.


Bruscamente volví a encontrarme sentado en el puesto 33 del cine interactivo envuelto por los aplausos de los espectadores y del resto de los jugadores. Yo me saqué el casco virtual con rapidez y miré para todos lados sin atender a los vítores. La buscaba pero no la encontraba y cuando los jugadores empezaron a retirarse de la sala temí haberla perdido para siempre. Cuando pensé que estaba solo una mano se posa sobre mi hombro “Excelente trabajo Quasar, deberíamos volar juntos más seguido”. Me es imposible describir la alegría que sentí al ver esos ojos celestes de nuevo, poder mirarlos y responderle “Nova, si es por mí volemos juntos por siempre”.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Rutas De Escape

El Rincón de los Relatos

Tan sólo hace 60 años, casi mil después del primer alunizaje, Ciudad Selene estaba lista para recibir a sus primeros habitantes. Se pensó que los voluntarios sobrepasarían cientos de veces la cantidad de habitantes requeridos sin embargo sucedió todo lo contrario. La Tierra se había vuelto un lugar increíblemente cómodo para la vida. Las plantas nucleares brindaban energía técnicamente infinita a bajo costo, la automatización de absolutamente todo, el aire, el suelo y el agua en su limpieza máxima (al punto que la ecología como ciencia desapareció hace medio milenio) la pobreza convertida en un museo, el sufrimiento una reliquia semántica, estos por nombrar los avances menores porque la robótica y la ciencia genética, ellos son los grandes impulsores de la utópica sociedad terrestre.

Muchos creían, entre científicos y escritores, que llegaría el momento en que la humanidad se lanzaría al espacio en busca de nuevos planetas para colonizar, nuevas estrellas bajo las cuales brillar. Se imaginaron ciudades en cúpula y subterráneas, terraformación e imperios galácticos. Nada de aquello ocurrió. Los ingenieros robóticos planearon muy bien la introducción de sus inventos a la humanidad: todas sus soluciones autómatas fueron presentadas de sopetón y así todo trabajo pesado, monótono y peligroso para el humano fue desde ese momento realizado por robots. Nadie se quejó porque resultaron ser tan eficientes que todo lo que producían costaba la milésima parte de lo que costaba producido por humanos. Y así ocurrió con todas las tareas de la humanidad al punto que incluso la mantención y construcción de robots estaba controlada por robots. “Al humano le quedó la única tarea para cual fue diseñado” versaba un robotista de ojos rasgados: “el ocio”.

La genética hizo la otra mitad del trabajo: eliminó todo sufrimiento posible. Las enfermedades, los defectos físicos, la vejez del cuerpo y cuanta modificación un humano quisiese. El humano dejó de trabajar, dejó de preocuparse. Pero también dejó de soñar. “¿Para qué soñar si ni siquiera ellos nos pueden llevar más lejos de lo que hemos alcanzado?” es una frase famosa de un filósofo utopista de hace 3 siglos atrás.

El único proyecto científico en pie, sin ser robótica, genética o simple ocio, era Ciudad Selene. Incitaba mucha curiosidad pero cuando los científicos revelaron que a la Luna no entraría ningún robot la humanidad completa reía del proyecto. Sin embargo un grupo ínfimo creía en la ciudad lunar, entre ellos estaba yo. No éramos más que mil entre toda la Tierra en ese entonces pero nuestro deseo por habitar la luna nos hacía más que suficientes.

Nadie se enteró cuando en Noviembre 15 del 2965 D.C. una nave, con mil tripulantes en su interior, despegó de una solitaria base en el desierto africano en dirección a la Luna para no volver jamás. Mucho menos recuerdan el día cuando la última casa de Ciudad Selene fue habitada.

Éramos un mundo desconocido, extraterrestres mucho más allá de la sola idea de no ser de la Tierra. Pero las maravillas que hemos presenciado valen eso y mucho más. Vimos germinar la primera lechuga cosechada por humanos después de siete siglos, nos asombrábamos todos los días con el fulgor de los paneles solares, fue un milagro ver nacer al primer selenita auténtico y una fiesta se hizo a su primer resfriado. Sin olvidar la belleza que nos brindaba la Tierra con su constante presencia.

Ambos mundos hemos vivido separados por casi 60 años, hasta hoy cuando el espectáculo más grandioso comenzó y nosotros los selenitas con la mejor ubicación para presenciarlo. Hace ya un mes calculamos que un enorme meteorito impactará la Tierra dentro de una semana justo en el hemisferio contrario al que nosotros tenemos vista desde la Luna. Nuestra única preocupación fue asegurarnos que las características geológicas y gravitacionales de la Tierra no variaran luego del impacto porque de alterarse afectarían drásticamente la estabilidad de la Luna. Determinamos que la Luna no sería afectada ni en lo más mínimo y nuestras vidas retornaron a la normalidad.

Pero la Tierra, estaba en serios problemas. ¿Cómo evitar la catástrofe? Hace siglos que se dejó la investigación militar como para lanzarle un misil eficiente y ni hablar de alguna solución alternativa. Nada detendría al meteorito, acabaría con toda la vida sobre la superficie de la Tierra. Nosotros contamos con satélites capaces de captar las señales de televisión del planeta que lógicamente esta dirigida por robots, entre canales que transmiten deportes y películas antiguas. Gracias a ello pudimos ver como ahora todos volvieron al poder de la humanidad para alertar a todos sobre el meteorito e informar que, sea como sea, tenían que huir.

Nadie se encargó de nadie. Una humanidad acostumbrada a depender de la robótica olvidó cómo depender de otros humanos. La investigación en transportes espaciales se había dejado de lado y todo lo que tienen ahora a mano son sus naves familiares capaces de atravesar la atmósfera y surcar el espacio hasta que sus baterías atómicas se agoten.

Hoy ha comenzado el esperado escape desde la Tierra. Miles de pequeñas naves salen disparadas del casco planetario, cada una sin saber adonde ir salvo alejarse del planeta. “¡Espectacular!” decía mi hijo sentado a mi lado mientras veíamos hacia la Tierra. Y sin duda lo era. Los haces de luz que dejaba cada nave brindaban una imagen llena de luces, serpentinas de color, el arte del éxodo masivo. Parecía como si la misma Tierra se estuviera desintegrando y enviando sus pequeños fragmentos hacia el espacio en una pausada pero desesperada explosión.

En lo pleno de aquella sinfonía mi hijo me toca el hombro y me dice a manera de pregunta: “Si todas esas naves vienen a refugiarse para acá, la Luna no dará abasto” y entonces le dije, “no te preocupes hijo, nadie sabe que estamos aquí”.

martes, 11 de noviembre de 2008

¿Disney Tiene La Culpa?

Pasillo de Cine y Televisión

El príncipe azul: traje medieval impecable, sonrisa de héroe, galantería a flor de piel, rendido a los pies de su princesa y dispuesto a partir a cualquiera con su espada para defender a su amada. Aquel personaje ha perturbado los sueños de las mujeres del mundo, buscan al príncipe azul durante toda su vida como quien busca la olla de oro al final del arcoiris (claro, porque ambos son después de todo creaciones y no realidades). Pero lo más gracioso de todo es que, como todo en la vida, alguien tiene que tener la culpa. ¿Quién es el maldito que creó al principe azul? dicen las mujeres. Es Disney y sus estúpidas historias, se escucha como la respuesta por lejos más popular. La Cenicienta, Bella Durmiente, La Bella y La Bestia, Blanca Nieves, clásicas historias que desde niñas las mujeres creyeron posibles y así entonces posible al príncipe azul. Hasta hay un grupo de Facebook dedicado al tema (link). Este post no es para defender al género masculino sino para comunicarles a todos y todas que Disney esta lejos de ser el culpable, al menos no lo es de crear estas historias. Así que aquí van los verdaderos "culpables".

La Cenicienta: Es en realidad una historia de la que existen muchas versiones y pertenece al folklore de diversas culturas. La primera versión registrada es la del historiador griego Strabo en el siglo I A.C. donde una niña egipcia llamada Rhadopis ("mejillas rosas"), mientras lavaba la ropa de sus amos en el rio Ormoc, un águila tomó sus sandalias rosas y se las dejó a los pies del faraón. Entonces él pidió a todas las mujeres de su reino probarse las sandalias para ver a quién correspondían. Cuando el faraón descubrió que eran de Rhadopsis se enamoró de inmediato de ella y la convirtió en su esposa. La versión más famosa la escribió Charles Perrault en 1697 y publicada en la recopilación "Cuentos de Mamá Gansa". En aquella versión se introdujieron a la historia la carroza de calabaza y la hada-madrina. Eso si en la versión original en francés, Cenicienta lleva pantuflas de piel y por un error de traducción al inglés Cenicienta para todos siempre a llevado zapatos de cristal. La popular versión de Disney fue recién estrenada en 1950.

Blanca Nieves: Esta es una historia nacida en europa siendo la versión más famosa la relatada por los hermanos Grimm donde no era una reina malvada la celosa sino su propia madre quien, sin recurrir a un sirviente, se encarga ella misma de llevar a Blanca Nieves al bosque, con la excusa de recoger flores, para luego abandonarla. En otras versiones de diferentes partes de europa hay cambios como en vez de un espejo la conversación ocurre con el sol o la luna y otras donde es un anillo el que deja inconciente a Blanca Nieves y no una manzana envenenada. La versión de Disney se estrenó en 1937 responsable de ser la primera en darles nombres a los siete enanos.

La Bella Durmiente: Otro cuento folklorico popularizado por Charles Perraul en "Cuentos de Mamá Gansa". Antes de eso, en 1634 el italiano Giambattista Basile publicó la historia bajo el nombre de "El Sol, La Luna y Talia" contando la clásica historia de la niña que queda durmiendo por siempre al clavarse con la aguja de un telar. Una versión también famosa es sin duda la adaptación al ballet de Tchaikovsky estrenado en San Petersburgo en 1890. La versión de Disney se estrenó en 1959 basada principalmente en la obra de Tchaikovsky. Debido a una canción contenida en la cinta se cree la responsable de popularizar el termino "príncipe azul".

La Bella y La Bestia: Un clásico donde a pesar de que el príncipe es un mostruo, finalmente se queda con la príncesa y sin duda es otro príncipe azul de acento inglés, modales refinados y rendido a los pies de su enamorada. La primera versión publicada data de 1740 por la escritora francesa Gabrielle-Suzane Barbot de Vellenueve. Esta versión difiere de la luego más popular en que cuenta lo que hay detrás de las vidas de "Belle" y "The Beast". La Bestia era un príncipe que perdió a su padre y su madre perdió toda su fortuna solventando una guerra, por ello la reina lo dejó al cuidado de un hada malvada que, cuando el príncipe se volvió adulto, trató de seducir; su rechazo le costó ser hechizado y transformado en bestia. Bella por otro lado resultaba ser también ser hija de un rey y de la misma hada seductora de La Bestia. Para casarse con el rey el hada trató de asesinar a Belle y esta fue escondida como la hija de un mercante para evitar la tragedia. La versión de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont de 1757 sería la más popular, una versión reducida sin las historias de vida de los personajes y con elementos mucho más estereotipados. La versión de Disney se estrenó en 1991 como un musical animado.

El Resto: Podriamos seguir así para todos los famosos cuentos de hadas de príncipes azules y princesas en peligro. Rapunzel de los hermanos Grimm (1812), La Sirenita de Hans Christian Andersen (1837), Alladin y La Lámpara Maravillosa de la recopilación "Las Mil y Una Noches" (I siglo A.C.) Todas las historias que Disney se encargó de llevar a la pantalla con su respectivo príncipe azul son de tiempos antiguos y muchas de autores desconocidos. Señores y sobretodo señoritas: Disney no tiene la culpa, desde ya siglos que la historia del príncipe azul apareció en los cuentos de hadas. ¿Conclusión? bueno son al menos dos: 1) mujeres, nunca lo olviden: todos estos son Cuentos de Hadas es decir magia y ficción y 2) Si van a echarle la culpa a alguien busquen cuento por cuento porque hay un montón de autores y Disney definitivamente no es uno de ellos.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Dedicando Una Canción I: La Separación

Sección Hágalo Usted Mismo y La Vitrina Musical

¿De qué trata este post? bueno hay veces en que uno no tiene las palabras adecuadas para dirigirse a esa persona amada, es entonces cuando se recurre a la común estrategia de dedicar una canción. El problema entonces es ¿cuál escoger? porque cuando empiezas a buscar te encuentras con que no dice exactamente lo que quieres comunicar, o la música no representa tu estado de ánimo o que dice cosas de más. Con este post comienzo mi propia asesoría en este tema aunque siempre con la advertencia que es desde mi propio y subjetivo punto de vista.

La Canción: Out Here All Night de Damone

La Ocación / El Mensaje: Cuando ya todo ha terminado entonces le quieres decir a tu pareja que ha sido por su culpa, su abandono, su indiferencia. Pero no te sientes mal, quieres terminar "en buena" y sobretodo no te sientes para nada abatido por la situación.

Escucha ahora la canción: El video es de una presentación en vivo en Fearless TV en Nueva York. Les recomiendo escuchar el tema también desde su sitio de Myspace (link) ya que suena mejor en el disco que en esta versión en vivo, sobretodo para captar la actitud de la música.




Ahora sigamos la letra: Para entender porqué esta canción es buena para dedicarla en la ocación ya mencionada la iré traduciendo y comentando. Ideal es que lean la letra mientras escuchan el tema una vez más.

Out Here All Night (Aquí afuera todo la noche)

Summer's coming too fast, (El verano viene llegando muy rápido)
Winter's been here too long (El invierno ha estado aquí mucho tiempo)
Esto es, al fin se acaba todo. Viene el verano, el sol, la fiesta, se acaba nuestro tiempo juntos, triste, lastimoso, un largo invierno.
If we keep wasting our days, (Si seguimos desperdiciando nuestros días)
Pretty soon they'll be gone (Muy pronto ellos se irán)
Habla de la situación actual (o de la que motivó el rompimiento): "nuestros días" ya no tienen sentido, si seguimos así ya no significarán nada. De ahí que "muy pronto se irán" en terminos de importancia en la memoria.

Oh yeah, yeah, yeah

I've been out here all night, (He estado aquí afuera toda la noche)
I've been out here all day (He estado aquí afuera todo el día)
El abandono, algo así como "te esperé dias y noches enteras pero nunca estuviste allí" en un sentido metáforico sobre el abandono y la indiferencia del otro.

With my eyes open wide (Con mis ojos muy abiertos)
Hoping that you will say (Esperando que fueras a decir:)
Everything is all right ("Todo esta bien)
We can be happy too (Podemos ser felices también)
If you look out for me (Si tú cuidas de mí)
The way I looked out for you (Así como te cuido yo a ti")
Aquella esperanza que aún te mantenía junto a tu pareja, una esperanza real, fuerte ("ojos muy abiertos"). Esperabas que reaccionara y dijera al fin "juntos seremos felices si nos tenemos el uno al otro". Pero nunca ocurrió. Recuerda, te pasaste dias y noches como "esperando afuera de su ventana" aquel momento.

People take what they need (La gente toma lo que necesita)
Then they tell you "get lost" (Para luego decirte "Piérdete")
Kindly leading you on (Encantándote con ternura)
While they're ripping you off (Mientras te despojan de todo)
La lección que sacaste de esta relación, una manera de decir que sentiste que nada ganaste esta vez y que todo fue un engaño deliberado.

Oh yeah, yeah, yeah

I've been out here all night (He estado aquí toda la noche)
I've been out here all day (He estado aquí todo el día)
With my eyes open wide (Con mis ojos muy abiertos)
Hoping that you will say (Esperando que fueras a decir:)
Everything is all right ("Todo esta bien)
We can be happy too (Podemos ser felices también)
If you look out for me (Si tú cuidas de mí)
The way I looked out for you (Así como te cuido yo a ti")
La repetición del coro, la repetición de que fue la culpa del otro por ser indiferente.

If I sounded insecure (si sonaba inseguro/a)
It's because I wasn't sure (Es porque no estaba seguro/a)
You were really there (Si tú realmentes estabas ahí)

Esto equivale a una respuesta ante alguien que te dice "claro, yo indiferente. Es tú culpa, de tu inseguridad". Demuestras que es su culpa haber sentido inseguridad porque así se siente cuando no sabes si contar con esa persona o no.

I've been out here all night (He estado aquí toda la noche)I've been out here all day (He estado aquí todo el día)With my eyes open wide (Con mis ojos muy abiertos)Hoping that you will say (Esperando que fueras a decir:)
Everything is all right ("Todo esta bien)We can be happy too (Podemos ser felices también)If you look out for me (Si tú cuidas de mí)The way I looked out for you (Así como te cuido yo a ti")
You can stand there all night (Puedes pararte ahí toda la noche)
You can stand there all day (Puedes pararte ahí todo el día)
You can do what you like (Puedes hacer lo que quieras)
It doesn't matter to me (A mí ya no me interesa)
Esta última parte podría interpretarse como lo que finalmente dijo aquella ingrata y amada persona. Pero es más coherente con la canción y sobretodo con la actitud de la música que se interprete como lo "mi mensaje final para ti". Uno puede suponer que esa persona llega a uno con un arrepentimiento tardío y entonces nuestra respuesta "Puedes rogarme todo el tiempo que quieras, lo que es a mi: ya no me interesas". Porque esto suele pasar ¿no es así?

Sobre la música: Es muy interesante el contraste porque leyendo sólo la letra uno podría pensar en que se termina en un estado melancólico más bien coherente con una música en balada y cadenciosa. Esta es la gran gracia de "Out Here All Night", expresa el mensaje, los sentimientos, en una actitud donde quien manda eres tú. Eres el que termina fuerte, al que en realidad le parece que "hace rato debí terminar contigo" con un casi "vales nada". La potencia y la rebeldía de la música dejan en claro que de esta saliste bien y te sientes mejor que nunca de terminar con esta etapa de tu vida.

¿Les gustó? ¿Se les ocurre que sería esta una canción para dedicar? dejen sus comentarios al respecto y también sus recomendaciones alternativas.