Nueve
de la noche un día de otoño, varado aquí en la sala de estudios de la
universidad. Busqué a propósito la mesa más arrinconada para encontrar la
concentración pero no hay caso, no puedo, mi mente da vueltas y vueltas en la
misma puta idea: la imagen de mierda de mi ex tirando con ese hueón. Como estar
en un desierto bajo un sol enorme. No hay escape, no hay horizonte, ni siquiera
viento para levantar arena y abrirle los ojos para cegarme y cambiar de dolor. Pasa
una caravana de camellos corriendo porque escapan de una enorme ola de mar
negro y de pronto todo queda inundado en esa sustancia viscosa, rancia,
curiosamente incombustible y la mezcla es horrible me hundo de a poco en el mar
de arena, en esa humedad negra. ¿Por qué lo tolero? Llegué aquí por mi culpa y
no entiendo por qué no quiero salir. Me duele la cabeza, qué ganas de correr
por la sala de estudios gritando y pateando todo, tirarle una piedra a un
vidrio y escuchar cómo se quiebra en mil pedazos.
Nueve
de la noche un día de otoño, varado aquí en la universidad por elegir un mal
horario del que al fin me deshago. Subo al tercer piso de la biblioteca y al
fondo veo al Mancilla arrojado sobre un libro. Me acerco pensando que cayó
dormido, ocasión perfecta para despertarlo de un golpe en la mesa y pasar un
buen rato a su costa. Sin embargo alcanzó a levantar la vista justo cuando
pretendía hacer mi broma y entonces vi su cara.
-¿Y esa
cara Mancilla, se te murió el gato?- yo creyendo que sacó alguna mala nota.
-Puta
mi ex hueón- y se puso a llorar, es decir no lloraba pero su rostro se le caía
a lágrimas.
-¿Qué
pasó con ella?-
-Se
está tirando a otro loco ahora, así con cuática- solté una risa por cómo lo
contaba pero Mancilla estaba tan desolado que preferí dejar la mala onda de
lado.
-Cómo
puedes saber eso hombre- traté de calmarlo.
-Ella
me lo dijo, me dijo que se iba a juntar con ese tipo-
-¿Ella
te lo dijo? ¿hablas con ella todavía?- y
tan práctico que Mancilla parece ser siempre.
-Es mi
amiga- me lo dijo mirándome a los ojos con la mirada firme sostenida por un
palito de canela.
-Mancilla,
Mancilla, más hueón que ser amigo de la ex –
Nueve
de la noche un día de otoño, varada aquí en la universidad tratando de rematar
álgebra que me es imposible estudiarla en casa. Hace un rato me tiene distraída
un tipo en la mesa de la esquina. Está sentado ahí echado sobre su libro, se
rasca la cabeza, golpea la mesa, parece algo perturbado, desesperado, me da la
espina que se va a parar arriba de la mesa a gritar hasta reventar los vidrios.
Justo llega un amigo suyo y ahora ya tengo la atención totalmente en ellos
tomando la precaución de mirar ocasionalmente mi cuaderno para simular falta de
interés. El recién llegado le conversa pero no escucho más allá de los tonos,
la intensión de él parece ser calmarlo y lo mira con la compasión de ecologista
a un animal maltratado. Pobre hombre, está que llora ¿qué será? a esta altura
del semestre puede haber reprobado un ramo o tal vez es un poco más obvio y
tiene una pena de amor. Bueno, espero esté bien lo que es yo ya no tiene caso
que siga aquí. Cuadernos al bolso y me retiro.
Nueve
de la noche un día de otoño, varado aquí en la universidad y al menos por una
hora más hasta terminar el turno. Lo bueno es que estos cabros son bien limpios
y no hay mucha porquería que recoger ni nada. La horita que es y todavía hay
niños en la sala de estudios, uno al rincón, una niña más acá y justo viene
entrando otro. Estudiosos estos niños bueno si tuviera la oportunidad yo creo
que también lo sería. El que venía entrando va a saludar al del rincón, lo va a
despertar parece porque se quedó dormido. Mejor, así no lo molesto yo antes de
cerrar. Qué divertido, la niña los mira a cada rato y cuando piensa que la van
a pillar hace como que sigue estudiando. Igual comprendo sus razones porque el
niño del fondo se ve bien cansado y el otro le mete conversa como preocupado,
dan ganas de saber qué pasa. Seguro son cosas de cabros, alguna mala nota o
está desesperado porque no tiene tiempo para estudiar, igual exagerado para
cosas que son fáciles de solucionar. Estos niños de hoy se angustian por
cualquier cosa.
1 comentario:
Hay q ser wn pa ser amigo de la ex... mmm si.
Oye estoy esperando alguna nueva entrega de Sofia Virgo.
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